Lautaro Se Viste De Chef

Estimado Viejito Pascuero, he sido una adulta buena, en el sentido de la palabra bueno, como diría el poeta. No he dicho muchos garabatos, ni me he ciscado en la estampa de nadie menos pecador que yo. Mi único pecado ha sido escribir, donde tal vez me he cagarrutado en media humanidad con mis hijos de papel, pero como mis enemigos leen poco, tampoco se han enterado. Lo que te pido es que a mi Lautaro le des una oportunidad. No es un guerrero vengador de españoles de adarga y rocín flaco, muy al contrario, es un explorador culinario reencarnado en doce chefs un poco pirados que no se les ocurre mejor cosa que descubrir la cocina del altiplano en plan empírico, como el loco de la gravedad, a puro manzanazo y otras viandas. Para que el elenco sea completo, le piden ayuda al espíritu del Adelantado Almagro, weon choreado que acabó sin hacienda y sin vida en manos de sus antiguos socios, para que te lo apuntes en la agenda. Con cien páginas uno creería que con cocinar tienen bastante los neófitos de las alturas, pero como son weones al cubo se meten en más de un chamullo y hasta les vuelan balas. Lo dicho, viejito, que si me ayudas con la promoción me doy por pagada y ven pronto a casa que te tengo un brandy de moras de la U de Chile que te quita hasta los mocos de la próxima Navidad. Gracias de nuevo y que no pases mucho calor por el cono sur, que a quién se le ocurre ir con tanta ropa para meterse por chimeneas que no existen en pleno verano. Agur. Duquesa de Éboli.

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